

Comimos muy bien, en un restaurante
tradicional (Taberna Velhos Tempos), del
que recuerdo el pulpo al horno, riquísimo y
muy tierno.
El restaurante está decorado con objetos
antiguos, muchos de ellos relacionados con
la vida en el campo y la cocina tradicional.
Un ambiente muy agradable para acompañar
a este tipo de comida.
Por la tarde nos recogió la propietaria del taller, volvimos al taller, probamos el coche, pagamos
la dolorosa y lo recogimos. Dentro de lo malo de la situación, por lo menos el coche no nos dejó
tirados en medio de una carretera y pudimos hacer la reparación de una forma bastante rápida.
Hemos pagado un “extra” por la urgencia, pero bueno, se resolvió el problema.
De vuelta al camping, nos encontramos con un viento muy fuerte, que había volado ya algunos
avances. Nuestro Sunncamp estaba aguantando bastante bien, tuve que volver a poner y
reforzar alguno de los clavos y las piquetas, pero también pasamos esa prueba.