Los árboles no ofrecen prácticamente ninguna sombra, son unos pinos muy secos. El suelo de
la parcela es de arena. En algunas zonas del camping nos han avisado de que hay que tener
cuidado con la arena, para no atascar la caravana.
Las calles transversales del camping son muy estrechas, en algunos casos es imposible girar
con el coche y la caravana para acceder a ellas. Tuve que dar una segunda vuelta, para entrar
en el sentido contrario. Por la orientación que buscábamos, desenganché la caravana en la
calle y la metimos con el movedor. Menos mal que lo hemos puesto, porque en esta parcela,
con el suelo de arena, creo que habríamos necesitado mucha ayuda para empujar la caravana.
El movedor, poco a poco, te hace la tarea, sin tener que sudar.
La piscina del camping es grande y está muy limpia. Los baños están muy bien; algún bloque
es un poco más antiguo, pero el que teníamos cerca era muy nuevo. Los baños y las duchas
son amplios y muy limpios. Hay un bar-restaurante con take-away y una tienda.
Uno de los puntos que más nos atrajo de este camping es que está junto al mar, con salida
directa a la playa (que está a unos 300 m). La playa es muy bonita y tiene una arena muy fina,
muy agradable. No es una playa muy utilizada por los vecinos de la zona, que tienen accesos
más cómodos más al norte, así que prácticamente se queda para uso exclusivo de los
campistas.
A la llegada estaba muy nublado, así que no pasamos calor, aunque tampoco nos dieron
muchas ganas de estrenar la playa.