La vieja urbe medieval de
        
        
          San Vicente resiste sobre un
        
        
          risco aislado de tierra por el
        
        
          mar y dos rías. El hambiente
        
        
          marinero del puerto y los
        
        
          soportales de la plaza
        
        
          contrastan con el austero y
        
        
          montañes de la zona vieja,
        
        
          donde perviven antiguas
        
        
          reliquias: a un lado el
        
        
          castillo, al otro el hospital de
        
        
          peregrinos del que solo
        
        
          queda la portada y, la maziza
        
        
          iglesia de Nuestra Señora de
        
        
          los Angeles que completaba
        
        
          la muralla. De su interior no
        
        
          hay que perderse el
        
        
          mausoleo de Antonio del
        
        
          Corro viejo inquisidor y
        
        
          hombre fuerte de San
        
        
          Vicente en el siglo XVI.
        
        
          Por la vida, Ilis.