

Patio de Neuschwanstein
Volvemos a bajar a la zona de las taquillas. Nos sorprende ver que a
mediado octubre tienen los carteles de todo vendido para hoy . Esto
“
”
en agosto debe dar miedo.
Damos un paseo y acabamos en una de las tiendas de recuerdos.
Cogemos el coche y nos vamos a Füssen. Nos cuesta horrores
recorrer los pocos kilómetros que nos separan del pueblo.
Cada vez vamos aborreciendo mas el tráfico. Tenemos poco tiempo, el
programa mas que apretado y se nos van muchas horas recorriendo
poco.
Füssen nos resulta muy acogedor. Hay mucha gente paseando, las
terrazas llenas y aunque es domingo, todos los comercios abiertos.
El pueblo, si lo vaciáramos y dejásemos solo los edificios, no es gran
cosa. No tiene grandes edificios, ni los que hay tienen un gran
atractivo. No, no es feo, si no hubiésemos visto nada antes nos
encantaría, pero venimos de Stein am Rhein y el listón está muy alto.