

Llegamos a la iglesia de St. Coloman. La imagen es digna de postal.
Aparcamos en la cuneta, como muchos mas y vamos a sacar nuestra
copia.
Iglesia de St. Coloman
A la izquierda, se puede ver ya Neuschwanstein.
Llegamos a los pies del Castillo de Hohenschwangau, donde vivió su
infancia el Rey Loco. Ahí se encuentra el complejo de parkings,
restaurantes, hoteles, tiendas de recuerdos y por supuesto las
taquillas.
En las taquillas hay una cola descomunal, decidimos no perder medio
día haciendo colas y no vamos a visitar el interior del castillo. Es muy
recomendable comprar las entradas por internet.
Encaramos la subida al castillo. Hay tres opciones. A pie, en bus y en
coche de caballos. El coche de caballos ni nos lo planteamos. En el
bus hay tanta cola como en las taquillas. Por descarte: ¡A pie!
La subida es mucho mas llevadera de lo que esperábamos y el premio