

Abadía de Ettal
Llegamos demasiado tarde. Son las 6 de la tarde. Para nosotros media
tarde, para los alemanes hora de recogerse.
Nos recibe un pueblo desierto. Todo cerrado y nadie por la calle.
El encanto de Oberammergau son sus muchísimas fachadas
decoradas, la mayoría con motivos religiosos. Leí que la tradición de
decorar las fachadas empezó como señal de agradecimiento por
haber superado la peste.
Traía una lista con las mas bonitas, pero me faltaba el mapa donde
situarlas, que pensaba conseguir en la oficina de turismo, que está
cerrada. Con lo que no queda otra que pasear a ciegas, sin ponerles
nombre.