¿Y por qué esas fronteras y no otras anteriores?
El problema de las reivindicaciones históricas es que cada uno se remonta hasta cuando le conviene. Lo que está claro es que cada cultura no nace de repente. En la nuestra han influido, por nombrar a algunos, los íberos, celtas, fenicios, griegos, cartagineses, romanos, visigodos, árabes, etc. Cada uno dejó su huella en forma de lenguas, derecho, tradiciones y demás. En muchas ocasiones la llegada de cada una de ellas supuso el aplastamiento de la anterior. Entonces, ¿de qué sirve mirar atrás?. A mi juicio sólo para conocer nuestros orígenes y el por qué de las cosas. ¿Que en su día se aplastó alguna cultura? Está claro, pero lo que hoy queda y lo que hoy somos es lo que hay que defender y salvaguardar. De nada sirve reabrir viejas heridas. El tiempo se ha encargado de que cicatricen y a nosotros nos corresponde disfrutar de su legado y conservarlo. Nada más.
Por eso pienso que las fronteras están bien como están, y que lo único que hay que hacer es respetar la diversidad que existe también dentro de ellas.