Hazte con un buen callejero y a seguir con
el coche de San Fernando, o con el de San
Rolando, un ratito a rueda y otro
pedaleando.
Por cierto, que si vas caminando, ten
MUCHO OJO con los carriles bici. Tienes las de perder, te lo aseguramos. Allí las reinas son
las dos ruedas y si te atropellan, pues te aguantas. No haberte puesto en medio.