Bibilot
Testiga del secuestro
Pues yo como también soy el mayor, lo pasé mal en casa. Tampoco soy de gritos ni enfrentamientos, así que muy a pesar mío, me recogía el primero de mi pandilla bajo la miráda atónita de la mayoría... Me fuí de casa con 24 y aún tenía que dar miles de explicaciones para llegar un sábado o viernes a las dos de la mañana... Ni veces que me he encontrado la puerta con la cadena echada y me he tenido que ir a dormir a otro sitio o quedarme en la escalera... Ni resistencia pasiva, ni nada, era imposible, a veces me daba rabia que para conseguir una hora más, tuviera que estar enfrentándome y soportando malas caras, malos modos y reprimendas durante los cuatro siguientes días... Ha sido una lucha dura e infructuosa. Sin embargo mi hermano, once años menor, volvía tras desayunarse los churritos a las diez de la mañana...
No sigo que me enciendo...
L@s mayores siempre hemos tenido que abrir el camino en muchas cosas, los demás lo tienen más fácil en muchos aspectos.