ureguzki
Gran Bruja - La Bossa
CUENTO (III)
Cuando la madre de estas tierras que tú pisas dio a luz por primera vez a la Luna y al Sol, parió con ellos a un grupo de personas, hombres y mujeres, que repartió por todos los lugares. A menudo estos seres tenían los pies de pato, otros tenían cola de gato, algunos tenían pequeños cuernecillos sobresaliendo de sus frentes…- La niña pegó un respingo -¿Cuernos, patos y rabo?- La anciana sonrió -Si, cariño, ellos no tenían la sangre “de los del día”, estaban mezclados con los vecinos, los que el párroco teme, “los de la noche”. Como tal estas personas comenzaron a hacer cosas muy asombrosas producto de su linaje sobrenatural y fueron llamados Sorginas; los que hacen cosas asombrosas, en otros lugares algunos Sorginas conocían los secretos de la vida y la muerte y como tal ayudaban a las amas en el momento que daban a luz a sus pequeños y ahí fueron llamados Sorsain; los que hacen nacimientos. Los Sorginas eran los voceros de Amalurra en la tierra y con sus poderosos oráculos aconsejaban a comarcas enteras en las cosas que realmente interesan y siempre han interesado a nuestras gentes; el pastoreo, la agricultura, la salud, el buen Adur. Enseñaban las cosas que les eran preciadas a los de la noche, incluidos todos nuestros antepasados, y así el mundo de los del día se mantenía en paz con el de la noche. Ellas eran alumnas de un ser muy fuerte que vive escondido en las montañas, en los lugares más inaccesibles de las mismas, este es Aker quien es mitad humano y mitad macho cabrío. El Maestro que enseña a las Sorginas como tienen que hacer de tal modo que puedan desarrollar sus potenciales heráldicos que viven latentes en su parte sobrenatural mediante la que están emparentados con el mundo que nunca vemos
Cuando la madre de estas tierras que tú pisas dio a luz por primera vez a la Luna y al Sol, parió con ellos a un grupo de personas, hombres y mujeres, que repartió por todos los lugares. A menudo estos seres tenían los pies de pato, otros tenían cola de gato, algunos tenían pequeños cuernecillos sobresaliendo de sus frentes…- La niña pegó un respingo -¿Cuernos, patos y rabo?- La anciana sonrió -Si, cariño, ellos no tenían la sangre “de los del día”, estaban mezclados con los vecinos, los que el párroco teme, “los de la noche”. Como tal estas personas comenzaron a hacer cosas muy asombrosas producto de su linaje sobrenatural y fueron llamados Sorginas; los que hacen cosas asombrosas, en otros lugares algunos Sorginas conocían los secretos de la vida y la muerte y como tal ayudaban a las amas en el momento que daban a luz a sus pequeños y ahí fueron llamados Sorsain; los que hacen nacimientos. Los Sorginas eran los voceros de Amalurra en la tierra y con sus poderosos oráculos aconsejaban a comarcas enteras en las cosas que realmente interesan y siempre han interesado a nuestras gentes; el pastoreo, la agricultura, la salud, el buen Adur. Enseñaban las cosas que les eran preciadas a los de la noche, incluidos todos nuestros antepasados, y así el mundo de los del día se mantenía en paz con el de la noche. Ellas eran alumnas de un ser muy fuerte que vive escondido en las montañas, en los lugares más inaccesibles de las mismas, este es Aker quien es mitad humano y mitad macho cabrío. El Maestro que enseña a las Sorginas como tienen que hacer de tal modo que puedan desarrollar sus potenciales heráldicos que viven latentes en su parte sobrenatural mediante la que están emparentados con el mundo que nunca vemos