barrio de Mala Strana, donde un gorrilla nos colocó en el limpia parabrisas un papelito
escrito a bolígrafo
con la hora a la que
llegamos, para luego
a la vuelta cobrarnos
por el tiempo que
hubiésemos estado.
Subida al castillo
(ciudad dentro de la
ciudad) y oleada de
turistas. La entrada es
gratis, se puede
pasear por él, pero si
quieres acceder a
alguna iglesia, al
palacio real y al
callejón de oro, tienes
que pagar. Existen varias modalidades para elegir, según lo que se quiera visitar.
Visitamos la catedral de San Vito del siglo XIV, con hermosas vidrieras. Destacar la
capilla de San Wenceslao, patrón de Bohemia, decorada con piedras preciosas a modo
de zócalo.
