

Domingo 20/08/17:
Son las 7:00 en el exterior hay 10º y en el interior 13º. Que conste que no nos
ponemos el despertador, pero cada día nos despertamos temprano. Debe ser que internamente
aún tenemos programada la rutina de madrugar, pero ya nos va bien porqué hay días en los que
conviene no llegar demasiado tarde a los sitios. Hoy amanece nublado y mientras desayunamos
empieza a llover, pero seguimos con el plan de ir a Salzburg a estrenar las tarjetas. Salimos a las
8:15 y el termómetro del coche marca 11º, llevamos más capas que cebollas. La intención es de ir
al mismo P+R de la Messe, pero nos equivocamos en la salida de autopista y nos liamos. Al final
con el navegador damos con él, pero hemos perdido un poco de tiempo. Enseguida llega un
autobús, que nos deja en el centro, bueno más bien son trolebuses los que circulan por la ciudad.
La intención era visitar la fortaleza a primera hora, pero de camino nos encontramos la casa natal
de Mozart y entramos. Está prohibido hacer fotos, en este caso no me molesta porqué no hay
mucho que fotografiar, todo y así “robo” una con el móvil. Hay poquísima gente y la visitamos
rápidamente. Saliendo vamos hacia La fortaleza de Hohensalzburg, subimos en un visto y no visto
en el funicular. El tiempo va mejorando y nos empiezan a sobrar capas. Desde arriba se tienen
unas fabulosas vistas de la ciudad y alrededores. En la fortaleza visitamos el museo del castillo, el
militar y el que más me gusta es el de marionetas. Incluso están las de la familia Trapp de “Sonrisas
y lágrimas” y ¡está permitido hacer fotos! Es conveniente entrar antes de las 11:00 porqué se
pueden visitar las Habitaciones de Representación ya que están en restauración y solo permiten
unas pocas horas de visita.
De bajada entramos en las catacumbas, están en el cementerio que está junto la abadía de San
Pedro. No son ni por asomo parecidas a las de Roma, pero desde ellas hay buenas vistas y como
es una visita que entra en la Salzburg Card, y como se visitan en poco rato aprovechamos para
entrar. Si no se tiene tiempo, son perfectamente prescindibles. Con ratitos de sol entre las grises
nubes, cruzamos el río por el puente de los candados y vamos al palacio de Mirabell. Es famoso
por haberse rodado alguna escena de la película Sonrisas y lágrimas. La verdad es que tiene unos
jardines muy bonitos y no sé los demás días, pero hoy están a tope de gente.