

Berlín, Dresde, Praga, Viena, Venecia
Mushorecre
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cantidad de cráteres de proyectiles que se superponen a lo largo de unos 100 quilómetros cuadrados y le dan al
paisaje su aspecto actual. Los bosques, que se plantaron en los años 30, han crecido y esconden el horror de la “Zona
Roja” donde miles de hombres perdieron la vida o quedaron mutilados. Aún hoy, todo el campo de batalla de
Verdun es un enorme cementerio que oculta bajo tierra los restos de más de 100.000 soldados desaparecidos en
combate y cuyos cuerpos no se han recuperado.
5. EL PUEBLO DESTERUIDO DE FLEURY
49°11′44″N 5°26′07″E Fleury es un pueblo del que no queda en pie nada más que una iglesia
. Además de las incontables pérdidas
humanas, la Gran Guerra a su paso por Verdun arrasó nueve pueblos de los que hoy apenas queda rastro:
Beaumont, Bezonvaux, Cumières, Douaumont, Fleury devant Douaumont, Haumont, Louvemont, Ornes y Vaux.
Habitados mayoritariamente por granjeros,
sus 3.000 habitantes fueron forzados a abandonar sus hogares
cuando
empezó la batalla. La devastación fue tal que nunca pudieron volver porque de sus casas no quedaron ni los
cimientos.
Fleury, con su capilla dedicada a la Virgen de Europa y su memorial de guerra en homenaje a los niños muertos
durante la I Guerra Mundial es uno de los que mejor se pueden visitar. El trazado de las calles Está marcado y unas
piedras señalan dónde estaba cada granja y cada comercio. Pasear por Fleury es pasear por la desolación.
6. EL OSARIO DE DOUAUMONT Y EL CEMENTERIO MILITAR
49°12′27″N
5°25′27″E
Con su torre de 46 metros de altura en forma de obús y sus 137 metros de largo es uno de los testimonios más
impresionantes de la batalla de Verdun.
Frente a él, en el Cementerio Nacional están enterrados 15.000 soldados franceses identificados. Pero en su interior
alberga 46 tumbas colectivas (divididas por sectores) que contienen los huesos de 130.000 soldados alemanes y