11º Día: 7 de Agosto: Rennes – Dinan
Amanece un soleado día. Hasta ahora el
tiempo nos ha acompañado. Temperaturas con
máximas de 22 - 23 ºC ideales para patear las
distintas ciudades.
Nos acercamos hasta Rennes, ciudad que
en 1720 quedó totalmente destruida tras un gran
incendio que duró seis días.
Actualmente conserva una pequeña parte
medieval.
Comenzamos la visita por las Portes
Mordelaises, puertas que servían de acceso a la
ciudad a travesando la muralla.
Enseguida te encuentras con la fachada de
la Catedral de St. Pierre. Al entrar descubres una
auténtica joya de estilo clásico del XIX, con un
interior ricamente decorado y un extraordinario
retablo flamenco del s. XVI.
Desde aquí continuamos hasta la Plaza de
La Mairie donde se encuentra La Ópera y el
Hotel de La Ville que tiene un panteón en
recuerdo a los caídos por Francia.
Detrás de La Ópera se encuentra la
Iglesia de St. Germain, cuya visita merece la pena.
Cerca de la misma y a dos
manzanas se encuentra El Palacio
de Justicia o Parlamento de
Bretaña con una bonita fachada.
Este fue el único edificio que no
fue afectado por el gran incendio.
Por la tarde visitamos
Dinan, una auténtica maravillaa
medieval. Desde su encantador
puerto fluvial y subiendo por
empinadas calles accedes a una
encaramada colina que domina el
valle del Rance y que dentro de
sus murallas alberga un conjunto
histórico artístico de pulcras
casas entramadas y calles
adoquinadas. Pasear horas y
horas por ellas es un auténtico placer. Una lástima cuando tienes que dejarla. La visita bien hubiese
merecido un día completo.
12º Día: 8 de Agosto: St. Malo – Cancale
Por la mañana visitamos St. Malo. Ciudad de 50.000 habitantes. Importante puerto y centro
turístico. La parte antigua es una isla fortificada que ocupa una situación estratégica en la
desembocadura del río Rance.
Intramuros, la antigua ciudad amurallada ofrece hermosas vistas de St. Malo y de las islas
frente a su costa. Bien merece la pena el paseo a lo largo de su muralla sobre todo con marea baja
para acceder el Fort National cuyo camino cubre la pleamar.
