Visitamos el Museo Marítimo, que está al lado del NEMO. Es muy didáctico
e interactivo, y muestra en diferentes salas el poderío de Holanda en los mares
durante su época dorada, sin complejo alguno, no como en España. Eso sí no hay
ni una sola referencia al mercado y transporte de esclavos en el que tanto
destacaron los barcos holandeses de la época. Existe la posibilidad de hacer un viaje
virtual por los mares, y los críos tienen muchas cosas para “meter la mano”, incluso
hay un ala dedicada únicamente a ellos.
El museo está en el edificio que sirvió de sede al Compañía Holandesa de las
Indias, y es una sede imponente. El acceso al edificio y al patio acristalado es libre,
y el espacio expositivo se encuentra en las cuatro alas, señaladas con los puntos
cardinales. Con la entrada te entregan una pulsera que sirve para pasar los controles
de acceso a las alas. Como las mochilas están prohibidas dentro del museo, en el
sótano hay unas modernas taquillas gratuitas, que se abren y cierran con una tarjeta
que te entregan igualmente en la entrada.
Museo Marítimo (exterior)