Después de comprar las tarjetas tomamos de nuevo el tranvía en dirección a
Central Station y allí el autobús que nos llevó de regreso a Edam. Recuperamos las
bicis y pedaleando hasta el camping, que está a unos 2 kilómetros, en el otro
extremo del pueblo.
Regresamos más tarde al centro de Edam, que celebraba el mercado
nocturno del queso. Todos los miércoles durante el verano por las tardes, y un día
en agosto al anochecer, se celebra en Edam una representación del antiguo
mercado del queso, con los compradores, los vendedores y las personas que pesan
y transportan el queso. Los compradores escenifican probar una pieza de queso de
la partida y luego regatean el precio con los productores, una vez acordado dicho
precio, la partida se pesa, se paga y se transporta en una especie de trineos que van
colgados de los hombros de dos porteadores. En diferentes días también se
representan mercados de queso en otras localidades como Gouda o Alkmaar.
Mercado del Queso. Edam
Día 10 de agosto.
Hoy volvemos a Ámsterdam, y como el precio del autobús nos pareció un
poco caro, decidimos ir en coche y llevar además las bicicletas. El aparcamiento en
Ámsterdam es bastante caro, unos 5 ó 6 €uros/ hora en el centro, y por ello