

Al planear las vacaciones de este año, tuvimos clara la primera propuesta que le hice a mi familia.
Tengo tendencia a cambiar de opinión una vez preparada la ruta y la modifico a última hora haciendo
un plan “B”. Este año nos hemos mantenido con la idea inicial. Propuse Polonia, y a los dos les
pareció bien. Empecé a recopilar información, leer foros, compré la guía Michelin y un mapa. Solo
faltaba escoger los lugares a visitar. ¡Ahí empezaron los problemas… yo (como siempre) lo quería
ver todo! Si ir en caravana desde Terrassa hasta Polonia me parecía poco, solo faltaba querer llegar
hasta Gdanks que está al norte, o a Zamosc que está al este muy cerca de Ucrania, o Varsovia y
otros muchos lugares interesantes… Estaba claro que tenía que escoger, por lo que me centré en
visitar solo el sur de Polonia y una parte de la República Checa, con alguna breve parada en
Alemania. El norte quizás para unas futuras vacaciones… pero en avión.
Como cada año teníamos 3 semanas de vacaciones y en principio el día de salida era el sábado 30
de julio. Muy mala fecha para cruzar Francia, colas kilométricas en autopistas. Fijo. Por lo que nos
cogimos un par de días más de vacaciones y el día de salida fue jueves 28 de julio.
Los preparativos previos fueron los de siempre, cargar con comida que allí no va a ser fácil encontrar:
sobres de jamón y salchichón envasados al vacío, algunas Voll Damm, botellas de vino, etc. Unos
días antes, tocó limpiar la caravana, hacer las camas, verificar si quedaba líquido para el WC, etc. El
día anterior a la marcha, llenar con la comida que no necesita nevera, poner la ropa en los armarios
y preparar comida para 3 días de viaje.
Jueves 28/07/16
: Nos levantamos a las 5:45 (creo que es de los pocos días del año, que saltamos
de la cama en cuanto suena el despertador…), desayunamos y vamos a la caravana a terminar de
colocar todo lo que falta. Entre una cosa y la otra, no salimos hasta las 7:25. El cuentakilómetros del
coche marca 109.699 i la temperatura es de 21º. La autopista va bastante llena, hay muchos
camiones, típico en un día laborable, pero pasado el peaje de Granollers el tema mejora bastante.
Cuando llegamos a la Junquera vemos que no hay vigilancia, nos daba miedo que hicieran un control
de esos que hacen esporádicamente y provocan colas larguísimas, pero la policía está en los peajes
y en algunas áreas de servicio. Por fin han terminado las obras del 3er carril, está abierto y es de
agradecer. La temperatura va subiendo y a las 12 tenemos 31º. En un lateral de la autopista vemos
unos matorrales secos ardiendo, suerte que los hemos dejado atrás, por qué deducimos que en
cuanto lleguen los bomberos habrá retenciones…
En este viaje tengo “deberes” … mi pequeño amigo Pau y yo hemos decido contar los Porsche que
veamos durante nuestros respectivos viajes. Los Cayenne de momento van ganando.
A las 13:30 paramos a comer. Como es habitual por estas fechas, las áreas de servicio están
llenísimas, las zonas de pic nic y aparcamientos de caravanas llenos de coches sin caravana, no es
justo... Nos vemos obligados de nuevo a aparcar en la zona de camiones. No somos los únicos
caravananistas aparcados allí. Comemos ensalada de pasta y nuggets de pollo. Hace bastante calor,
pero en las fechas que estamos y en el centro de Francia ya se sabe.
Cuando nos acercamos a Lyon el tráfico es mucho más denso y en la circunvalación estamos casi
parados, pero por suerte son pocos kilómetros.
Buscamos el camping
Oiselon
, estuvimos hace unos años y está bastante bien, pero María (nuestro
Tom Tom) no reconoce el nombre de la calle y se pasa la salida de Pont d’Ain. Tenemos que ir hasta
Bourg en Bresse, vamos con el depósito casi vacío y buscamos gasolinera y un camping alternativo.
“María” nos indica uno municipal en el centro, pero cuando llegamos vemos un letrero que indica:
“Camping fermé”. Tenemos que volver hacia atrás y buscar el Oiselon, pero lo más urgente es poner
gasoil, el coche se empieza a quejar….
Llenado el depósito vamos hacia el camping y nos asignan una parcela muy grande. Está tranquilo.
Después de bajar patas y conectar la corriente, nos vamos al super para hacer unas compras.
Cuando volvemos al camping, a la caravana le da el sol de lleno, vaya tela, con la de parcelas vacías
que hay, nos ha dado la que está a pleno sol. Ponemos la mesa detrás, en la sombra que proyecta
la caravana y se está muy bien (dentro hay 28º). A la hora de la cena, el sol ha bajado y podemos
trasladarnos al jardín delantero de nuestra “mansión”. Hay buena temperatura. Cenamos pan con
tomate, queso y embutidos e inauguramos el “casino” de verano, pero hoy cerrará temprano, estamos
cansados y mañana tenemos otra larga jornada de autopista. Dentro de la caravana aún hace calor
y no nos podemos tapar con el nórdico hasta muy tarde.