

Salimos y nos vamos hacia el barrio judío para visitar las sinagogas. Compramos la opción 2 que
incluye la visita de 6 sinagogas y el cementerio judío. De las que visitamos, la que más me gusta es
la española. En el cementerio, ahora ya no es obligatorio que los hombres se pongan la kipá, el gorro
judío que les cubra la cabeza. También está permitido hacer fotos, previo pago de 70 CKZ. Viendo
el pequeño tamaño del cementerio, no nos podemos creer que allí hay enterrados más de 100.000
judíos. En cambio, “solo” hay unas 12.000 lápidas desordenadas, todas ellas muy antiguas y llenas
de musgo. Los cuerpos los enterraban por capas, es decir que cuando tenían que hacer nuevos
enterramientos, los hacían sobre los existentes añadiendo capas de tierra una y otra vez, hasta llegar
hasta 11 enterramientos unos sobre otros. Aunque solo se oye el trino de los pájaros, la visita
impresiona.
Cementerio judío (Praga)