

Martes 02/08/16:
Nos levantamos temprano y después de desayunar nos vamos a Kutná Hora. Está
aproximadamente a 1 hora del camping. En principio queríamos visitar solo el osario de Sedlec, pero
la entrada que compramos incluye la visita de la catedral de Sta. Bárbara y Asunción, todo ello
Patrimonio de la Humanidad. El osario no es muy grande, pero si curioso y un poquito macabro,
alberga unos 40.000 huesos. Falta la lámpara central que está en restauración. Nos preguntamos
que a quien se le ocurrió esta decoración. Se remonta al año 1248, el abad del monasterio fue a
Tierra Santa y a su vuelta trajo un puñado de tierra que esparció en el cementerio de la abadía. La
fama de este acto se extendió y todo el mundo quería ser enterrado allí. A mediados del siglo XIV
durante la peste negra, miles de personas fueron enterradas allí y el cementerio tuvo que ser
ampliado. En el 1400 se construyó una iglesia gótica en el centro del cementerio con una capilla en
el sótano para albergar los huesos enterrados, que se fueron poniendo en forma piramidal hasta que
en el siglo XIX se contrató a un artista para ordenarlos y los dispuso en la forma que están
actualmente. Como he dicho antes, es curioso. Al otro lado de la carretera está la catedral de la
Asunción. El interior no tiene mucho de especial, pero está permitida la subida a las cúpulas justo
debajo del tejado y es interesante. La tercera visita es la catedral gótica de Sta. Bárbara que se
encuentra en la otra punta de la Ciudad. Vamos en coche y aparcamos cerca de los jardines que
están justo al lado. Desde allí se tienen buenas vistas de la ciudad. Después de la visita nos vamos
hasta el centro dando un paseo. Casas bonitas, callejuelas pequeñas con tiendas de recuerdos y
restaurantes. Como ya es hora y tenemos hambre, buscamos un restaurante típico. Entramos en uno
que aunque tiene una bonita decoración medieval, preferimos comer en el patio interior, dónde hay
altos árboles, mesas largas y se está muy bien. Pedimos Snitzel para Ariadna, que va acompañado
con un bol de patatas hervidas con cebolla y salsa (riquísimas). Una ensalada con variedad de
lechugas, tomate cherry y queso de cabra y un plato que lleva una salchicha de una especie de
chorizo, cerdo, pavo, otro tipo de carne, pan hervido (muy típico) y una salsa muy rica. Aparte nos
traen un pequeño bol con una especie de patatas con panceta. Un par de cervezas checas, limonada
con jengibre, Coca Cola y 2 cafés. Todo por 1.000 CZK (menos de 40€). Hemos comido muy bien.
El restaurante se llama Dačický y lo recomiendo totalmente. Saliendo le compramos un helado a
Ariadna y entramos en una pequeña joyería. Allí son típicos los granates y compro unos pendientes
y una pulsera. Nos marchamos hacia el Castillo de Karlstejn, pero el día cada vez está más nublado
y cuando llegamos el cielo está muy oscuro y empieza a llover. Pasamos de subir, la cuesta es larga
y muy pronunciada y para postres los paraguas se han quedado en la caravana.
Kutná Hora