

Lunes 01/08/16:
Después de desayunar, Xavi saca las ruedas de la caravana y las llevamos a un
taller que nos ha dicho el señor tan amable de recepción. No las tienen y nos derivan a otro taller que
aunque tampoco las tienen, nos aseguran que después de comer las tendremos arregladas. Para
hacer rato, nos vamos a un Decathlon y a un centro comercial. Después de unas compras nos vamos
al camping a comer. El menú de hoy es crema de verduras casera y tortilla de patatas pre cocinada,
que no está nada mal. Descansamos un poco y al cabo de un rato nos llama el mecánico, las ruedas
ya están listas. Xavi va a buscarlas y las cambia. Ahora las tenemos todas nuevas. Después de la
ducha y nos marchamos a Praga. Está medio nublado, pero no cogemos los paraguas. Tomamos el
tranvía y en poco rato estamos en el centro. Lo primero que hacemos es ir a cambiar dinero, ya que
con el gasto de las ruedas nos hemos quedado sin coronas. Como estamos muy cerca, nos vamos
a Staroměstské Náměstí. Está a tope, como siempre. Después nos dirigimos a la Torre de la Pólvora
y a la Casa Danzante pasando por el teatro Nacional. Ha sido por azar que hemos venido por la
tarde, y ha sido todo un acierto ya que los edificios que hay bordeando el río son de colores y con el
sol de poniente adquieren una tonalidad preciosa.
Después de sacar mil fotos, volvemos por el otro lado del río hasta llegar a la isla Kampa. Allí hay un
gran parque y mucha gente en el césped merendando, niños jugando y turistas como nosotros que
admiran los rincones de esta magnífica ciudad. Llegamos al puente de Carlos IV y desde abajo se
tienen muy buenas vistas. Cuando subimos al puente, el sol está poniéndose y todo adquiere unos
colores espectaculares. Nubes rojizas, amarillas y rosadas se mezclan con el azul del cielo. Debe ser
el momento del día en el cual coincide más cantidad de gente sacando montones de fotos. Después
de llenarnos la vista con semejante espectáculo nos vamos hacia el ayuntamiento, queremos ver los
edificios de la plaza iluminados. Cuando llegamos dan las 21:00 y hay muchísima gente delante del
reloj astronómico. Pensaba que todo el mundo estaba en el puente... pero no, hay gente para todo y
la plaza no es una excepción. Nos encanta la vista nocturna que ofrece el centro, pero decidimos
volver a casa. Tomamos el tranvía y llegamos al camping en pocos minutos. Cena (con los polares
puestos), partida y a dormir (con nórdico).