

Llegamos al Rynec y aparte de continuar buscando enanos, admiramos la arquitectura de esta
preciosa plaza. Sus coloridos edificios son de los más bonitos que he visto y su ayuntamiento es
espectacular. Creo que incluso me gusta más que la de Cracovia. Es hora de comer y buscamos
restaurante, nos llama la atención uno que está en el sótano del ayuntamiento, es el Piwnica
Świdnicka. Tiene un montón de salas, todas diferentes y de estilo medieval. Ariadna pide unos
spaguetti a la carbonara, Xavi un “bocadillo” de sopa típica con salchicha y huevo y yo una sopa de
gulash + 2 cervezas y 2 Sprite, todo por unos 27€. Cuando salimos empieza a llover y entramos en
un Starbucks a tomar café y como no, a conectarnos a internet. Después de un rato continúa lloviendo
y hace fresco, pero salimos y vamos en busca de los enanos. Hay diferentes versiones del porqué
de su existencia, pero son tan largas que no voy a explicar ninguna de ellas. Después de “cazar”
unos cuantos, volvemos al coche y pagamos unos 9€ por 6 horas de parking. Pasamos enfrente de
Hala Ludowa, es un edifico monstruosamente grande, construido a principios del siglo XX para hacer
celebraciones y en 1996 fue declarado Patrimonio de la Humanidad. No paramos para visitarlo. Nos
vamos a buscar un Decathlon para comprar otro paraguas y nos marchamos hacia el camping con
muchas dificultades, ya que están haciendo obras para el tranvía y no hay quien entienda los letreros
indicativos. Al salir de la autopista para tomar la carretera que va a Bolcow, empezamos a ver gamos
en los campos. Llegamos a contar unos 30 aproximadamente. También vemos aves rapaces y
cigüeñas. ¡Es una pasada! Llegamos al camping y hace frío. ¡El termómetro exterior marca 13º y
dentro de la caravana estamos a 17º. Madre mía, pero que contrastes de un día para otro!!! Está
claro que hoy no cenaremos fuera, jajaja. Nos abrigamos (la verdad es que apetece), hacemos la
cena. Partida de cartas y a dormir tapados hasta las orejas.
Ayuntamiento
Rynec