

Domingo 14/08/16:
Hoy toca una de mis “asignaturas pendientes” (tengo tantas...), así que después
de desayunar nos marchamos a Karlovy Vary. Vamos por carretera porqué sospechamos que la
pegatina que compramos para la autopista ya está caducada. Nuestro navegador nos lleva directos
al centro, pero no a la zona de balnearios si no más al sur. Me he dejado el mapa en la caravana y
vamos un poco perdidos porqué la ciudad está situada en una especie de valle al lado del río, sus
calles son menos rectas y llanas todo lo demás. Damos más vueltas que un molino hasta que
llegamos a un parking donde hay sitio para dejar el coche (muchos “P” están reservados para los
hoteles). En pocos minutos caminando llegamos a la zona hoteles, los hay muy “pijos”. Nos dirigimos
a las columnatas que es donde están las fuentes termales. Hay muchas y en cada una está indicada
la temperatura del agua. La del geiser Vřídlo sale a 72ºC y tiene una altura de 12 m. Paseamos a lo
largo del río admirando los edificios tan particulares hasta llegar a un parque donde decidimos dar la
vuelta y buscar restaurante. Escogemos una pizzería que tiene terraza fuera y se está muy bien,
(dentro hace un calor insoportable y no tienen aire acondicionado). Ariadna pide una pizza 4 quesos,
Xavi unos ravioli de ciervo con salsa de frambuesas y yo mejillones con tomate. Está todo muy rico.
Después de tomar café, volvemos a la zona más comercial, para hacer unas compras. Hoy caen
unas copas de chupito de cristal de Bohemia, limas también de cristal con Svarowsky, y un sencillo
colgante de granates. Volvemos al parking y pagamos 150 coronas (unos 6€) por 5 horas.
Karlovy Vary