

Después de comer nos vamos a Moritzburg, donde hay un castillo. No tenemos la intención de visitar
su interior (ni Xavi su exterior, ya que se queda en el coche haciendo la siesta). Es muy bonito y
resalta aún más con el precioso día que hace. Sol, cielo azul con algunas nubes y 18º. Paseamos un
buen rato y nos volvemos al coche.
De vuelta al camping paramos en el pueblo. Aunque hay una parte con obras, Pirna nos sorprende
muy favorablemente. Es pequeño, pero tiene un centro encantador y el sol que luce a ratos ayuda a
ver los brillantes colores que tienen algunos edificios.
De vuelta a casa, Ariadna y yo nos vamos al lago para darles pan a los patos. Algunos no tienen
miedo y nos cogen el pan de las manos. Son monísimos. Una vez acabado el pan, volvemos a la
caravana y mientras ellos miran una peli de Harry Potter, yo intento saber que podemos visitar
mañana en Leipzig. Leo la guía Michelin y le mando un whattsapp a Sergi, que ha estado muchas
veces y me informa. Cena, partida y a dormir (con menos frío que ayer).