El itinerario
Pensamos recorrer toda la isla de sur a norte pasando por Salisbury, Londres,
York, Edimburgo, las Highlands, la isla de Skye, Las Trossachs, País de Gales, Peaks,
Oxford y de nuevo Portsmouth.
Sin embargo y debido a las fechas que pudimos conseguir para la ida y la
vuelta nos obligaron a prescindir de Gales y la zona de Trossachs.
La ruta (Domingo 23 de agosto)
Reservamos el pasaje un par de meses antes. Conviene hacerlo sobre todo para
poder escoger fechas y abaratar costes. Actualmente hay tres compañías que hacen el
trayecto. Britanny Ferries (Santander-Plymouth), Acciona-Transmediterránea y P&O
(Santurce-Portsmouth)
Britanny quedó descartada por el precio. Acciona no nos la ofrecieron (parece
que empezó a operar justo después de tener la reserva ya preparada con P&O)
El bono de la agencia se canjea directamente en lo que P&O llama
el
checking
de automóviles. Es una cabina como las de peaje en la misma entrada a la
zona de embarque. Allí presentamos el bono de la agencia y documentación (DNI o
pasaporte de todos los pasajeros)
Allí te dan los pasajes de ida y vuelta con número de camarote, fechas y
horarios por la tarjeta de embarque.
Conviene llegar un par de horas antes. Una vez pasada la cabina de los billetes,
te asignan una fila en la que se debe situar el vehículo antes de ser embarcado. En
Bilbao hay por lo menos 18 o 20 y parece que los ordenan por alturas. Así en una fila
hay camiones, en otra coches, furgonetas y .. en la nuestra caravanas. Por cierto ni
una sola española.
La mañana se presentaba nublada aunque con calor. Después de cruzar el
“cheking” de coches, nos situamos en la fila que nos indicaron, entre dos filas de
camiones… enormes. Mientras esperamos cada uno se divierte como puede. Así los
camioneros sacan sillas y mesas y se ponen a jugar a las cartas o a charlar. Otros van
y vienen a la estación de embarque, un lugar bastante cutre con el rótulo de Puerto de
Bilbao, donde pueden comprarse refrescos, etc.
Llegada la hora, nos disponemos a embarcar. Justo antes de enfilar la rampa, se
pasa el control de pasaportes aunque no es necesario más que el DNI. Entrando ya en
el barco, los operarios nos dirigen a nuestro lugar, junto a un autobús, nos indican que
nos arrimemos bien a unos centímetros del que está delante. Sobre nuestras cabezas,
una fila de coches aparcados sobre una plataforma móvil.
Salimos del coche con nuestras mochilas y ya dentro del barco nos
proporcionan la llave de nuestro camarote y nos indican por donde subir. El camarote
está bien. Tiene dos pequeñas camas con una mesilla por medio y una litera plegable