Sobre las 20.00h empezamos el embarque, somos de los primeros,
junto a una AC y una furgoneta, nos colocan en la bodega del piso 3,
que es justo el de acceso, por tanto imaginamos que el segundo y el
primero están por debajo de agua y el 4,5,6 y 7 están por encima de
nosotros, sin problemas hacemos la maniobra de girar para dejar el
conjunto mirando a la puerta y nos colocan en un lateral, justo debajo
de la rampa de acceso a otras plantas, tras de nosotros la AC, y para
arriba con acceso con las escaleras mecánicas.
El camarote consta de 4 literas amplias, una mesita, el armario y el
baño con ducha. Pero lo que mas nos interesa es la cubierta y el
indagar en todo el barco, es nuestro objetivo durante varias horas, salas
de juegos, salón de conciertos, cafeterías, gimnasio, sauna etc...Claro
todo ello pagando, jejejeje todo ello en la planta 10 junto al Self-Service,
donde cenamos, que ya teníamos apetito, la verdad que muy escasa la
comida y poco apetitosa, además de cara, pero es lo que hay.
Es muy aconsejable subirse comida propia, que puedes comer
tranquilamente en diversos salones y en la cubierta.
La salida se demoro hasta las 12 y cuarto
de la noche, pero es todo un espectáculo ver
embarcar camiones y camiones, hasta una
cifra cercana a los 300, así como cientos de
coches, como dije todo un espectáculo.
Además Barcelona ofrece una estampa
maravillosa desde el puerto, y resulta muy
intenso el alejarte por mar de la Ciudad
Condal, acompañados por una diminuta
lancha del práctico del puerto.
Una vez iniciada la travesía decimos irnos a descansar, realmente
agradable la noche y mucho mas cómodo y tranquilo de lo que
imaginábamos.
