Dani no se termina de acostumbrar al trafico romano, eso de tirarse sin
mirar a los pasos de cebra y notar el paso de motos, o coches justo a
unos centímetros de tu espalda, no va con el.
Al tomar uno de los autobuses, he tenido la desagradable sensación de
que casi me roban, me he dado cuenta justo cuando ya tenían abierta
la cremallera del bolsillo del pantalón, donde llevaba la cartera, han
tenido suerte porque justo en ese momento se a abierto la puerta y se
ha bajado las dos gitanas, hay que tener muchísimo cuidado, que te
pueden fastidiar unas vacaciones sin darte cuenta.
Sobre las 21.00 horas recogemos el coche, la broma han sido 20 euros,
pero al menos ahora tenemos transporte para pasear por la noche
romana y sinceramente merece la pena, la iluminación del Teatro, del
Arco de Constantino, y la tranquilidad de las calles a estas horas, son de
agradecer, pasear sin prisas, admirando la noche romana, son un
magnifico cierre para este día.
No tenemos problemas para entrar el coche al
camping, a pesar de ser algo tarde.
Martes 30 de Marzo
Tenemos concertada la visita al Vaticano, lo hemos hecho por
Internet, lo que en principio creemos que nos facilitara las cosas.
Nuestra hora de entrada esta fijada en las 11.00, así que tras
desayunar placidamente, al sol del Lazio, y degustar unos crujientes
bollos de pan, que por cierto son los únicos que hemos visto en toda
Roma, nos preparamos para bajar en el bus de las 9.00, y sin mas
novedades el cercanías nos lleva a Flaminio, donde tomamos el metro
rumbo a la estación de Ottaviano, esto ya empieza a estar bajo
control…
