La torre es desde luego una curiosidad por su postura, casi
imposible, además de que nos llama la atención la blancura de su
mármol, esta en un marco también muy
interesante, junto al Batistero de San
Giovanni y al Duomo de Pisa, como
tenemos tiempo , vemos al opción de
subir a la Torre y visitar el interior de esta
Catedral, pero claro aquí aparece ya el
espíritu de los bandoleros, y piden por
ello 20 euros, por cabeza, da igual la
dimensión de la testa. A robar a Sierra
Morena.
Así que nos hacemos la pertinente sesión de fotografías
empujando y sujetando la Torre y llevados por el olor de una Tratoria,
damos buena cuenta de unos dulces caseros y recién hechos.
Debo destacar que en todos nuestros viajes, siempre tenemos una
frase anecdótica, que queda para la posteridad familiar, junto a las ya
famosas “papa papel”. “idioma carolingio”, “Pau Menja”,
“campingburdua”, etc, ahora añadimos la de “Napoli papaaa ,
Azurrapapa”, y esta como es nueva si merece la pena la explicación,
ante un puesto de recuerdos y juguetitos, una familia italiana
compuesta por padre , madre y cuatro pequeños gorriones con al boca
abierta y cada uno a voz en grito pidiendo una cosa,,, uno de ellos el
que mas se hacia de escuchar Guliano de unos 6 años, con la petición
de “papa Napoli” y dirigiendo su mirada hacia una pelota del Napoli,
otro gorrión de 6 años también y de nombre Filipo, gritando azurra papa
azurra, con una pequeña pelita de goma cogida en sus dedos.. Y asi un
padre y una madre volviéndose locos ante los gritos peticionarios de sus
pequeños vástagos. Fue inolvidable la escena
Tras reponer fuerzas nos permite ir a Lucca, una ciudad medieval,
poco afamada para lo que esconde entre sus magnificas murallas.
Lucca nos recibe con una imponente granizada, que tan solo nos
a dado margen para aparcar fuera del recinto y acceder a cobijarnos
en una de sus puertas de acceso a la ciudad.
Tal es la granizada que nos vemos obligados a regresar al coche y
al cabo de un buen rato, acceder de nuevo, tras el aguacero, por otra
de sus puertas, donde curiosamente hay una oficina de turismo, y ya si,
hacer la visita a este conjunto medieval, donde lo mas llamativo es sin
duda la aparición de grandes torres, en pequeñísimas callejuelas, y que
casi no te permiten ni hacer una fotografía.
