

Un día que nos llevará a Colmar, Eguisheim, Turckheim, Kaisersberg,
Riquewhir y Ribeauville, por este orden.
Y cuando pienso como describir lo que hemos visto en cada uno de
ellos, para todos me salen las mismas palabras. Las mismas que ya he
usado durante todo el viaje.
Todos son pueblos encantadores de suelos empedrados y casas de
entramado de madera de mil colores distintos. Con las típicas fuentes
y con flores por todos los rincones. En todos parece haberse parado
el tiempo hace muchos años y en todos han sabido aprovechar su
belleza, para llenarlos de turistas. Y todos estan rodeados de un
paisaje precioso de ondulados viñedos.
Colmar
Y contado así parece que no merezca la penar ir a verlos todos,. Si
todos tienen lo mismo, visto uno, vistos todos.
Nada mas lejos de la realidad. Cada uno de ellos tiene personalidad
própia, un encanto diferente del de al lado, un ambiente distinto,
aunque no paremos de encontrarnos a las mismas caras que vamos
haciendo la misma ruta y cada uno merece un paseo lento para
saborearlos y disfrutarlos.