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(Zaragoza-Burgos) y el tráfico sigue fluido. No abandonamos la A1 dirección Irún y
antes de llegar a este punto que nos separa de Francia, tomamos la A8 para Bordeaux.
Paramos a comer en un área con columpios -en todos nuestros viajes son paradas
obligadas cada uno de los parques que nos cruzamos-. El calor es insoportable.
Después de almorzar y echar la siesta -Antonio es inflexible en esto-, volvemos
a la carretera. A las 18 horas el tráfico cambia y se vuelve más denso; estamos
prácticamente parados pero dura poco porque el motivo era un accidente -creemos que
no hay heridos- así que volvemos pronto a tomar una velocidad efectiva. Pasamos
Bordeaux y continuamos por la E5 dirección París. Paramos a dormir en el Aire de
Fenioux con columpios de madera, mucho césped, árboles por todas partes, Carrefour
(con pan caliente!) y zona de autos para vaciar y llenar: un paraíso, vaya. Nos damos
una buena ducha aprovechando que podemos volver a llenar y cenamos tranquilamente.
Hemos hecho 947 kms.
3er. día. 11 de junio de 2006
Vuelve a amanecer un día soleado y nos levantamos a las siete para tomar la
carretera cuanto antes. Teníamos un plan de kilómetros diarios que debemos respetar
porque no sabemos cómo serán los días cuando estemos más cansados, así que somos
bastante disciplinados a la hora de afrontar estos primeros días.
Seguimos por la misma autopista A10 E5 dirección París. Ya hemos pasado esta
bonita ciudad muchas veces pero siempre resulta un poco estresante este tramo ya que
suele haber bastante tráfico. A las 13,30 horas habíamos conseguido salir de París y
andamos un poco más hasta encontrar un área que nos gustase. Al final almorzamos en
una que tenía una tirolina y que hizo las delicias de las niñas mientras Antonio se
echaba su siesta. A las 16,15 continuamos camino hasta tomar el desvío hacia Bélgica
dirección Liege, Charleroi.
En Alemania tenemos un error y perdemos 40 minutos dando vueltas antes de
poner el rumbo correcto hacia Dusseldorf; después la A1 a Bremen.
Cansados, pasamos la noche en una tranquila calle de un pueblecito alemán, al
lado de un supermercado, a 494 kms. de Puttgarden.
Hemos hecho 1.023 kms.
4º día. 12 de junio de 2006
Nos despertamos a las 6,30 y es de día ¡¿a qué hora amanece?! El día está
soleado y caluroso y aunque las carreteras alemanas están llenas de camiones no
tenemos ningún problema y las pasamos casi sin darnos cuenta.
Continuamos por la A1 y yo sigo disfrutando de mi afición: en lo que llevamos
de viaje ya me he leído dos libros así que no sé si me habré traído suficientes.
Paramos a almorzar a 60 kms. de Puttgarden y aprovechamos para echar una
buena siesta antes de tomar el primer ferry, que nos acercará de forma palpable a
nuestro destino y nos hará sentir que estamos muy lejos de casa. Hace mucho calor y
Antonio no disfruta la siesta como debiera así que continuamos camino después de una
ducha reparadora. A 20 kms. de Puttgarden vemos muchas embarcaciones de recreo
que, disfrutando del buen tiempo, navegan por el Mar Báltico, apacible y tranquilo con
un color azul intenso envidiable. A lo lejos también divisamos el Puente Fehmarn, que
atravesaremos camino del ferry y nos ofrece una visión impresionante.
Cuando lo atravesamos, me siento realmente dichosa porque la vista desde él es
de postal: casitas a pie de playa con embarcaderos propios, familias disfrutando del día
en la arena -nadie se está bañando: el agua debe estar helada según el intenso azul que
ofrece-. Continuamos por la B207, de una vía en cada sentido, y los últimos 15 kms. se
1,2 4,5,6,7,8,9,10,11,12,13,...59
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