- page 6

Las bicicletas nos permiten mezclarnos con los demás y disfrutar de una visión
global de la ciudad además de ser, ellas mismas, una diversión para las niñas que se lo
pasan en grande mientras nosotros nos llevamos la parte más dura: pedalear. Tras comer
y sestear en un inmenso parque de la C/ Kronprinsessegade, mientras las niñas ven un
teatro de marionetas al aire libre, proseguimos hacia la Stroget, la calle peatonal por
excelencia. Dejamos las bicicletas en la Plaza de las Cigüeñas, llamada así por su fuente
central, un auténtico espacio escénico al aire libre donde presenciamos toda clase de
manifestaciones artísticas: teatro, música, baile, mimo y, a última hora, un espectáculo
único que nos alejó de Copenhague con una sonrisa de oreja a oreja -lo contaré más
adelante-. La Stroget nos resulta demasiado multitudinaria pero disfrutamos entre sus
callejuelas perpendiculares y compramos chuches para las niñas en una de sus
numerosas tiendas, hasta que llegamos a la Radhuspladsen, donde se encuentran el
Tívoli y el magnífico edificio del Ayuntamiento. Muy cerca, el bonito edificio de la
Estación Central. Tras la plaza Kongens Nytorv, nos encontramos con mi rincón
preferido: el Nyhavn o Puerto Nuevo; un pequeño canal donde se encuentran preciosas
fachadas de colores y terrazas turísticas donde “clavan” a los turistas pero te alegran la
vista y el alma con los bonitos barcos y el arco iris de las casas.
1,2,3,4,5 7,8,9,10,11,12,13,14,15,16,...59
Powered by FlippingBook