Hoy he aprovechado que aún Ana no trabaja por las tardes para irme un ratito a la playa... No quería porque me daba la sensación de que hacía demasiado viento... Y así ha sido, diez minutos de sol... Una nube gorda, dos truenos y antes de que cogiera la moto de vuelta, ya estaba lloviendo a cántaros... Pero literalmente... Para que os hagais una idea, no he parado en el arcén porque me parecía muy peligrosa una parada en la autovía, pero parecía que cada goterón que chocaba contra mi pecho, era una aguja que se me clavaba... A 80km/h y casi sin ver nada... He tenído que cambiarme de arriba a abajo en casa para poder ir a la ofi y ahora ¿qué está pasando? que no queda ni una nube, hay un sol radiante y un hace calor que te mueres... Encantador...