Bibilot
Testiga del secuestro
Eso por su puesto. A mi el trabajo no me pesa, ni la disciplina, ni el orden... Estaba mentalizado a que tenía que pasar nuave meses de mi vida en standby y procuré encauzarlo del modo que más me convino.
Mi padre, tenía ganas de que me quedara cerca de casa, además poseía una fuerte conexión para poderme proporcionar una plaza en la Comandancia de Marina de Málaga, a tres kilómetros de casa, si me decidía a quedarme antes de terminar el mes del periodo de instrucción, que lo pasé en Cádiz. Insistió en cada llamada que le hice desde allí.
¿Que hice? Me apunté voluntario primero al Hespérides, un buque oceanográfico que viajaba en misiones científicas por el Antártida
Segundo al buque escuela Juan Sebastián de Elcano, que se encontraba dando la vuelta al mundo.
Tercero al Príncipe de Asturias, nuestro único portaviones que operaba cerca de Bosnia en la época...
Cuarto y quinto al Castilla y el Aragón que iban con el portaviones transportando soldados de Infantería a la guerra. Yo como pertenecía al Cuerpo de Marinería, no desembarcaría, formaría parte de la tripulación del barco.
Y al final me destinaron a un buque hidrográfico atracado en La Carraca, el Tofiño, que no zarpò en todo el tiempo en el que me tocó habitarlo, cuando lo ví la primera vez, se me cayó el alma a los pies...
Pero a los tres meses, me llegó un telegrama que me pedía que me incorporara en el plazo de una semana al buque escuela en siete días... A mis padres les iba a dar algo, cuando le dije que me iba a Filipinas, primero pensaron que era broma, después se descompusieron... Pero allí que fuí yo más contento que unas castañuelas... Ni tests psicológicos y físicos que tube que pasar para enrolarme...
Tu estás llamado a la aventura, no conocía los otros barcos , el Hespérides es impresionante. Me imagino el chasco que te llevarias con el Tofiño.