Teniendo en cuenta la altura y lo enorme
que es el castillo, te enseñan pocas salas
pero merece la pena, en ellas se recrea la
antigüedad desde la perspectiva romántica,
no en balde recibe 1’3 millones de
visitantes al año. Pero nos resultó
demasiadas espera y demasiado concurrido.
Se visita con audio guías en español, con
una pronunciación un poco “rara” que a
veces producen risa, pero en general bien.
La puntualidad de la entrada es perfecta,
típicamente germana.
14-8-2007
Hoy fuimos a Innsbruck, demasiada gente,
imposible andar por el centro. Visitamos
Hofkirche, donde esta la tumba del
Emperador Maximiliano I rodeada de estatuas de reyes y reinas de la antigüedad,
incluyendo las de Fernando el católico, Juana la loca y Felipe el hermoso. Luego
contemplamos
el
Goldenes Dacha con su
balcón de gala cubierto
con tejas de cobre
doradas (aunque la
gente lo supone de
oro).
Pero como decimos,
demasiada gente para
que fuera agradable el
paseo,
así
que
decidimos buscar algo
mas tranquilo y ver la
naturaleza del Tirol, ya
que por la mañana
antes de llegar a
Innsbruck
estuvimos
viendo el lago de
Fernsteinsee, situado en
un
entorno
incomparable entre montañas.