

La última visita de hoy nos lleva a Alpbach, un pueblo típico alpino con casas diseminadas, pocas
tiendas y muchos hoteles y apartamentos y todos ellos con los balcones más llenos de flores que
he visto en mi vida. Son realmente espectaculares y no hablemos del entorno… pistas de esquí y
prados verdísimos. Si ayer ya aluciné con Mutters, hoy estoy flipando, soy una amante de las flores
y para mí esto es un pedacito de paraíso. Por suerte, la temperatura ha bajado y se está muy muy
bien.
Mientras paseamos, Xavi se encuentra un Iphone 6 olvidado en un banco. Miramos si es posible
llamar a alguien de su libreta de contactos, pero lógicamente está protegido con PIN. La calle está
desierta y no aparece nadie desesperado buscando un teléfono perdido. Vamos a la oficina de
turismo para entregarlo, pero está cerrada. Xavi mira en internet dónde está la comisaría de policía,
pero en el pueblo no hay. Optamos por dejarlo en el mismo sitio que estaba. Nos marchamos y a
lo lejos veo que una familia se acerca al banco, el niño pequeño lo ve y avisa al padre. Este hace
lo mismo que nosotros, lo coge, lo mira y llama a la puerta de la casa de enfrente, pero nadie le
abre. Nos vamos sin saber el destino del Iphone perdido…De vuelta a casa paramos a hacer unas
compras en un Spar y vemos que hacia el oeste (nuestro camping), el cielo está muy oscuro. Se
adivina otra tormenta… El navegador en algún punto se hace un lío y nos manda en dirección
contraria, ya lo encontrábamos raro porqué íbamos hacia un cielo azul. Suerte que nos damos
cuenta a tiempo, si no en poco rato nos vemos en Alemania. Hacemos un cambio de sentido y
ahora si vemos que vamos hacia la tormenta. Nubes grises y más grises todavía, rayos a lo lejos y
una ventolera que da miedo. Empieza a llover y aminoramos la velocidad. Pasamos la tormenta y
llegamos al camping, allí solo ha llovido un poco, pero empieza a hacerlo al cabo de un rato. La
temperatura ha caído hasta los 17º y lógicamente cenamos dentro. Es alucinante lo que llega a
cambiar el tiempo en pocas horas. Media partida y a dormir.