13º día. 21 de junio de 2006
A las seis nos despertamos y no sólo ha regresado la niebla sino que, además,
viene acompañada de lluvia y viento. Antonio se despierta temprano y viendo el
panorama, decidimos poner rumbo a Alta ya que, de todas maneras, no pensábamos
quedarnos más tiempo aquí. Nos vamos mucho más que satisfechos.
Ayer cuando hicimos este camino hacia Nordkapp no pudimos admirar el paisaje
pero hoy vemos el terreno árido y pedregoso; llano y sin vegetación, húmedo y cubierto
de un manto fino de musgo. Conforme nos vamos alejando, el cielo se va aclarando
aunque nos acompaña una fina lluvia. Volvemos a pagar -¿para salir de Nordkapp? Y si
me niego, ¿me dejarán aquí para siempre? Esto es un robo, en serio!- 491 coronas.
Tomamos la E6 dirección Alta y casi todos los vehículos que nos encontramos son
autocaravanas. Paramos a almorzar y a ducharnos cuando nos quedan 50 kms. para
llegar, en un área junto a un río. Hoy nuestro ritmo es más relajado y estamos completos
por lo que presenciamos ayer, así que hacemos una larga parada y reanudamos el
camino cuando vemos que el tiempo mejora un poquito. Aparcamos en la zona de
parking del Museo y como ha dejado de llover aprovechamos para visitarlo porque la
luz es fantástica para las fotos. A las niñas les hemos dado algunas explicaciones de lo
que íbamos a ver así que, al menos, despertamos su curiosidad. El paseo resulta de lo
más agradable con la vista del fiordo acompañándonos y, además, tenemos la suerte de
encontrarnos con “la familia del puro” los cuales agradecen doblemente nuestra
presencia ya que una nube juguetona está encima de sus cabezas y nosotros llevamos
paraguas ... ellos no. Como nos quedamos un buen rato en el parking merendando y
jugando con las niñas, hablamos con ellos y decidimos pasar la noche juntos para
alargar la velada, así que ambas proseguimos juntas el camino.
Ellos son los guías y durante una hora recorremos el precioso fiordo de Alta ¡qué
bonito! Alguien puede pensar que tan sólo es el Mar pero no, no es sólo eso. Es una