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Es imposible hacer un resumen de lo que hay en su interior, simplemente hay que verlo. Es muy
recomendable adquirir en la taquilla un audio-guía en español (de pago) para enterarse un poco de lo
que se está viendo, de lo contrario uno se puede perder en el laberinto de pasillos y habitaciones de
los que se compone esta mole real.
Una vez visto el interior, salimos para pasear por sus inmediaciones. La grandiosa fachada simétrica
de Chambord se refleja majestuosa en las aguas del río Cosson, afluente del Loira y las vistas que
tiene este “Chateau” desde cualquier sitio son espectaculares.
Extasiados de tanta grandeza partimos en dirección a Blois, nuestro próximo destino.