En la iglesia del siglo XII, vacía de cualquier adorno y sin culto, se encuentran cuatro sarcófagos de piedra
policromada con la forma de los cuerpos en su lecho de muerte, uno es de Leonor de Aquitania, que estuvo
recluida allí mucho tiempo mientras era abadesa Isabel de Anjou y otro Ricardo
Corazón de León. Los
Plantagênet ofrecieron muchos donativos a la abadía.
Después de almorzar, al salir de la abadía, nos
hemos acercado a ver el castillo de
Saumur
, a
unos 15kms, pero el interior no se podía ver por
estar en obras, así que le hemos hecho unas fotos,
era muy bonito, tiene la típica estampa de los
castillos de arena que hacemos en la playa, con su
foso seco, su puente levadizo, sus almenas en las
cuatro esquinas...
n.
En el camino de vuelta al camping, hemos visitado
el castillo de
Langeais
, que habíamos visto desde
la carretera por la mañana y nos llamó la atenció
¡Y que bien hemos hecho!, el recorrido esta vez si estaba bien señalizado, había varios grupos de turistas,
a los que he podido dar esquinazo en un par de ocasiones para fotografiar a gusto y en si, era muy
interesante, porque esta vez si era fortaleza, así que hemos podido pasear por donde se hacía la guardia,
por el interior de la cubierta, por sus habitaciones, mucho más acogedoras y a escala humana que la de los
palacios y por sus jardines, que tenían como siempre su parte más geométrica y su parte más salvaje con
árboles centenarios.
A María no le ha gustado nada la escenificación con muñecos de cera, del matrimonio celebrado entre los
muros de este castillo en 1491, entre Ana de Bretaña a sus 12 años y Carlos VIII. Este rey francés,
consiguió conquistar algunas aldeas bretonas y sitiar Nantes, donde Ana habitaba, el pueblo le pidió a su
duquesa que se casara con él para que cesara la guerra y ella se replanteó su compromiso con el
Archiduque Maximiliano de Habsburgo, consiguiendo con este matrimonio conservar la independencia de
Bretaña.
