He estado de nuevo en
Dinan
que está a tres kilómetros del camping, por la vereda del río he llegado hasta
el puerto y subido una calle muy pendiente, que llevaba al centro y atravesaba una de las puertas en la
muralla de la ciudad, esa no la vimos cuando vinimos la primera vez y a pesar del esfuerzo ha valido la pena,
me ha gustado mucho y esta vez no me ha llovido. En total el recorrido no han sido ni quince kilómetros,
pero han sido muy agradables, sobre todo el trozo de la vereda del río.
Al llegar a
Tadem
, me he encontrado con un mercadillo a eso de las siete y media, la hora de la cena aquí, y
también ha sido muy curioso, productos típicos de la zona, puestos con la verdura sobrante del huertecillo
particular, de crepes, de pizzas, de ropa… y lo mejor, un señor con su organillo entonando canciones
bretonas que le daba al sitio un aire muy particular.
Mañana dejamos el “camping de la Hallerais”, en el
cual hemos estado muy a gusto. Aunque la parcela
está en pendiente y tiene una forma triangular algo
tortuosa, es bastante independiente y da a grandes
árboles, no está lejos de los aseos que están muy
bien, con duchas grandes recién reformadas y
lavabos independientes. Los inodoros, como debería ser siempre, están separados de las duchas y lavabos.
________________________________________________ 18 Sábado
E
l día no se ha levantado de verano que digamos, al menos para un malagueño, pero como tocaba
viaje, nos daba igual, el caso es que se ha pasado los doscientos un kilómetros lloviendo, fino, pero
constante y de nuevo muchísimo viento y de frente, la temperatura 13 grados…
Cuando hemos llegado a
Quimper
, justo a la una, la recepcionista del camping estaba cerrando y no volvía
hasta las tres, (menos mal que no nos ha pasado como en Creully, que como no estaba la recepción abierta,
nos instalamos y después nos hicieron mudarnos), pero nos ha dicho que nos pusiéramos donde más nos
gustara, seguía lloviendo y fuerte, pero lo bueno de tener caravana es que en diez minutos ya está
operativa para utilizarla. Una vez ubicados, me he dado cuenta de que
estábamos en el camping municipal, no en el que había planeado estar al
borde de un lago con un castillo a la afueras de la ciudad… Ese se llama
«Camping de l'Orangerie de Lanniron». Nos hemos quedado de todos
modos, porque estar a cinco minutos del centro si no vas a bañarte,
también está bien, además por lo general en los municipales, las
parcelas son grandes y los baños correctos aunque sin lujos y el precio
de todo no suele pasar de los 18€ diarios.
