Es un bloque de 17 plantas y 297 viviendas en dúplex, con tabiquería de
hormigón prefabricado, calefacción por suelo radiante... En su cubierta
hay una escuela de párvulos.
o un poquito.
Está lejos del camping (unos 25kms ida y vuelta), pero el paseo por la
ribera del río ha sido agradable. En bici no he notado mucho el dolor de
espalda, pero hoy he sufrido tres caídas tontas por no tener
engrasados los pedales automáticos. Como viaja en el techo del coche,
la lluvia va mojándola y se va quedando sin grasa, así que al llegar a los
semáforos como no me acordara de sacar con fuerza antes los pies,
caída tonta de lado... El cambio, se ha estropead
_______________________________________________ 26 Domingo
E
ste ha sido nuestro último domingo, salimos con frío de Nantes y llegamos a
La Rochelle
con un
calor increíble ya para nosotros, entre 27 y 29 grados cuando hemos estado las últimas semanas entre 13
y 20…
A la salida de un peaje, un gendarme, casi nos para, menos mal que un camioncillo que venía detrás le ha
parecido presa quizás más fácil, porque la intención era medir el peso de nuestra caravana que aunque creo
que va bien, mejor no pasar el mal rato de la incertidumbre.
La llegada al camping ha sido difícil puesto que no nos habíamos dado cuenta de que estaba en el pueblo
vecino de
Angoulins
, a ocho kilómetros de La Rochelle, así y todo, menos mal que llevábamos el navegador,
porque sin él nunca lo habríamos encontrado, muy mal señalizado, en este viaje es la primera vez que nos
pasa, otros años era cada día.
Además casi nos da un buen golpe en el lateral derecho de la caravana un Xantia que iba a toda mecha
adelantando por la izquierda y no se esperaba que nosotros nos estuviéramos incorporando a la autovía. Al
que iba delante le ha dado también un buen susto, puesto que le ha pasado por la izquierda en otro de sus
zig-zags y ha sonado como rozaba el coche con la mediana de hormigón, segundos más tarde nos hemos
dado cuenta de que era un delincuente perseguido por un 307 de la policía… ¡Que susto!, las rodillas me
temblaban, porque cuando piensas lo que podía haber pasado… Ana y yo hemos hablado un buen rato del
asunto, porque no sabemos si habían robado un banco o si eran de algún grupo terrorista, pero lo que
estaba claro es que los habían descubierto y que les daba igual
pisar al que fuera con tal de escapar…
De todos modos, una cosa es encontrar el pueblo y otra el camping
sin tener ni la dirección, ni las coordenadas, así que al final hemos
acabado con la caravana en un camino sin salida que desembocaba en
el mismo mar, allí sólo había una gran roca, un camino anegado por la
subida de la marea y una caseta de pesca sobre pilares de madera,
el resto, agua, así que media vuelta maniobrando y volver por el
mismo camino… El camping, lo habíamos pasado de largo…