Como la llegada se ha retrasado cuarenta y cinco minutos más de lo esperado, el camping estaba cerrado y
hemos comido en la puerta. Ana ha preparado un arroz con pollo y verduras muy a lo chino sofriendo la
carne primero con aceite de soja y jengibre y añadiendo después la verdura para que no se pasara.
Entretanto las niñas y yo nos hemos ido a la playa de enfrente, sin bañarnos porque estaba el agua helada,
pero han jugado un ratito con la arena.
Después de comer todos a la piscina que tenía un tobogán para Eva y para mí…
A las cinco y media hemos aparcado en
La Rochelle
, un pequeño pueblo con un puerto que en el siglo X era
de pescadores y más tarde se fue desarrollando gracias a su situación geográfica, hasta el punto de
alcanzar el estatuto de ciudad libre, quedando así fuera del régimen feudal.
Durante la Guerra de los Cien Años, estuvo bajo el dominio inglés hasta ser derrotada por la armada de
Castilla. Más tarde, debido a la lejanía de París y los conflictos entre Francia e Inglaterra y su libertad e
independencia, se convierte en uno de los focos más importantes del protestantismo poblándose de
hugonotes. Una ciudad con mucha historia, convertida en otro punto de atracción turística.
Su puerto, ahora deportivo, tiene la particularidad de que a ambos lados de la bocana, presiden dos torres
medievales muy altas, la de la cadena y la de San Nicolás, que sirvieron como cárceles y vivienda del
gobernador, además de tener bajo el agua una cadena que se podía tensar mediante un mecanismo de
ruedas para evitar el paso de los barcos…
Una tercera torre a unos
doscientos metros, llamada
de la linterna porque tiene
adosado un pequeño faro en
uno de sus laterales, también
sirvió de cárcel a piratas
ingleses,
holandeses
y
españoles, de hecho en su
interior aún quedan las
marcas que ellos mismos
grabaron en las piedras de
sus muros y que no hemos
podido ver puesto que ya no era hora… Fuera de España el ritmo es otro, todo se hace más temprano.
El ambiente de las calles y el puerto mismo era muy turístico, pero la verdad es que nos ha gustado mucho,
bastante caché y muchos artistas callejeros y puestecillos, no sé si sería también el hecho de que
estábamos disfrutando de la primera tarde de sol en días, pero hemos vuelto contentos.
