

Día 1 – Embarcando la caravana por primera vez
Salimos el día 1 de julio, lunes. Una pena, hemos perdido el fin de semana, pero el domingo no había
barco, y el sábado nos resultaba algo precipitado salir, después de una semana de trabajo. Así que
hemos preparado todo con calma durante el fin de semana y salimos de Madrid el lunes 1, sin prisa,
porque tenemos tiempo de sobra para llegar a Barcelona antes de la salida del barco. Por cierto, que
hace unos días nos llegó un mail de Grimaldi avisando de un cambio: se adelanta la salida media hora.
En vez de a las 22:00, zarparemos a las 21:30. Mejor. Además, todo el mundo dice que siempre van
con retraso…
El billete nos ha salido muy bien de precio, por haberlo cogido con tiempo: 400€ justos para 4
personas, coche y caravana de 7 metros. Menos que lo que nos costaría la gasolina y peajes hasta
Roma, y encima ganamos al menos un día y llegamos descansados. Merece la pena.
Entramos al puerto de Barcelona sobre las 6 de la tarde y nos encontramos una larga fila de coches
delante de la puerta de Grimaldi. Nos ponemos a la cola y me bajo a preguntarle al de delante
(portugués) si aquello es para coger el ferry a Civitavecchia. Me confirma que sí, así que a esperar.
Mientras tanto, Mari Jose decide ir andando con los papeles hasta la oficina a ver si puede ir
aprovechando para hacer el checkin, aunque teóricamente no se abrirá hasta 2 horas antes de la salida
(pero resulta que sí, que puede ir haciéndolo).
Finalmente, la cola empieza a moverse y entramos al muelle. Nos colocan según tipo de vehículo y
destino, y a esperar. Más o menos una hora después empezamos a embarcar: Mari Jose y los niños
tienen que dejar el coche y subir por la pasarela, en el coche sólo puede ir “
il conducente
”. Estamos
en Barcelona, pero en este muelle ya sólo se habla italiano.
Esperando el embarque