

Día 11 – Venecia, siempre Venecia
Amanece. Desayunamos. Recogemos. Nos vamos.
La etapa de hoy es más corta. Comemos por el camino, pero poco más tarde ya estamos entrando a
Venecia. Previendo masificación, habíamos reservado en el camping Venezia Village, pero llegamos
con dos días de adelanto: uno que ganamos en la zona de Nápoles, y otro que habíamos dejado como
“colchón”, como posible día de descanso en el lago Trasimeno, pero que no nos ha hecho falta porque
nuestra estancia allí ha sido relajada y ya estamos descansados. Así que ayer llamamos para avisar que
llegaríamos un par de días antes, y nos iríamos también antes. Sin problema.
Al camping se llega de maravilla, perfectamente situado al pie de una gran avenida de fácil y rápido
acceso desde la carretera, y también al pie de la franja de tierra artificial que une Venecia con el
continente. Entrada amplia, instalaciones que ya a la entrada se ven modernas y nuevas… tiene muy
buena pinta.
Vamos a recepción, hacemos el papeleo y comento que tengo la tarjeta ACSI. Sé que en las fechas en
que íbamos a ir ya no estaríamos en periodo ACSI, pero hemos llegado dos días antes y no estoy seguro
de cuándo terminaba, así que por si acaso… Mala suerte: el periodo ACSI terminó ayer. Así que hoy
nos toca tarifa completa: 34€. ¿Comorrrr? ¿He oído bien? ¿4 personas, en mitad de julio, en Venecia,
34€? Pues sí: 34€, en el mejor camping que hemos pisado en toda Italia. Nunca entenderé la lógica de
las tarifas de los campings…
Nos instalamos. Esto está plagado de españoles. Abarrotao. De españoles, digo, no que esté
abarrotado el camping, que es grande y no está ni al 50%. Casi todo ACs, eso sí. Y con una rotación
brutal.
Parcelas muy amplias que eliges libremente (algunas más pequeñas; con obviarlas basta), electricidad
de 10A, baños de auténtico lujo hasta con música ambiental, fregaderos que da gusto verlos, autobús
en la puerta que te deja en Venecia en 10 minutos, Lidl a 500 metros… La única pega es que la piscina
es pequeña, cubierta y de pago, pero no nos hace ni falta, no hace calor. Reservé con cierto mosqueo:
un camping al parecer poco conocido en el foro de webcampista, bien situado y a buen precio, algo
malo tenía que tener. Pues no lo tiene: este camping es un chollo.
Tenemos Venecia a 10 minutos, y aunque después de un día de coche no solemos hacer mucho
turismo, Venecia lo merece. Compramos los tickets en la recepción del camping, y prácticamente sólo
tenemos que cruzar la calle para coger el bus, al ladito del Sheraton.
En breve estamos cruzando la laguna. Creo que una sonrisa empieza a iluminarme la cara: Roma me
gusta, pero AMO Venecia. Aunque vengo con dudas: es ya mi cuarta vez aquí. Para Mari Jose, la
tercera. ¿Será demasiado? ¿Terminaremos decepcionados?
Llegamos a Piazzale Roma. Mejor cerrar los ojos aquí: esto no es Venecia, es un engendro pegado a la
ciudad para recibir coches y autobuses. La magia empieza unos metros más allá.