

Continuamos hasta San Marco, y nos ponemos en la cola para ver la basílica. Yo ya ni la recuerdo, la
visité en los dos primeros viajes pero en el tercero ya no nos molestamos en hacer cola. Es larga, pero
se mueve, en media horita estamos dentro.
Todavía es media mañana, y ya casi hemos visto todos los imprescindibles de Venecia, todas las
“atracciones turísticas”, nos está cundiendo. Nos queda la Escuola Grande di San Rocco, y hacia allá
vamos. Con eso y unos paseos tranquilos deambulando de acá para allá, nos da la hora de comer.
Cuando el atasco es de góndolas, se
lleva de otra forma…