

Londres y el sur de Inglaterra
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Begoña, que nos da la bienvenida a Bilbao.
Parroquia de una antigua anteiglesia y templo de referencia en el imaginario bilbaíno y vizcaíno, la
“Amatxu” parece acoger y proteger desde su altura a los que a ella se dirigen. Su templo, devoción
hecha piedra nunca está vacío y se puede sentir cómo desde cualquier lugar de Bizkaia se entona un
“Begoñako Andra Mari” pidiendo ayuda, protección... O como agradecimiento.
Frente a la basílica, entre las encinas, como recuerdo del encinar donde cuenta la leyenda que se
apareció la Andra Mari, descenderemos para buscar el corazón de la villa. A un lado dejamos el viejo
cementerio de la Anteiglesia de Begoña, para encontrarnos, más adelante, de frente, con el
Cementerio de Mallona: el primero que tuvo Bilbao. Como no cabía dentro de la villa se construyó
fuera, sobre ella. La gran portada neoclásica del cementerio mira hacia Bilbao y a ella llegan las
Calzadas de Mallona: escaleras y rampas.
Casco Viejo
Las calzadas nos conducen a la Plaza Miguel de Unamuno donde estuvo el Convento de la Cruz, el
primer lugar donde esos peregrinos de otros tiempos se encontraban con la villa. Hoy solo nos queda
el recuerdo en el nombre de esta calle, "calle de la Cruz", que nos conducirá al antiguo Portal de
Zamudio. Tras dejar atrás la iglesia de los Santos Juanes, encontramos un cruce allí donde estuvo el
antiguo portal de la muralla, que fue puerta y fue cárcel, y por la calle Tenderia/Dendarikale llegamos
a la Catedral de Santiago.
Catedral de Santiago
En esta antigua parroquia, más vieja que el propio Bilbao, todo nos recuerda al camino. El nombre
evoca el destino y las puertas que se abren para acoger a los fieles están cuajadas de recuerdos
jacobeos: la del Angel guarda entre sus arcos platerescos una concha, como despedida al que por ella
salía tras pedir la protección para el camino que tenía por delante; la puerta principal no escatima en
su decoración en conchas y cruces de Santiago. La luz se cuela por sus vidrieras y juega con sus
piedras. Una iglesia de limpias naves y girola perfecta invita a imaginar a tantos peregrinos de otros
tiempos.
Tras salir del templo continuamos por Tendería/Dendarikale, antigua calle de Santiago, hacia lo que
fue la Plaza Mayor, donde un gran mercado nos esta esperando: el Mercado de la Ribera y tras él, la