

Londres y el sur de Inglaterra
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Segundo ensanche
Parada de metro: Moyúa
Desde la Plaza Moyúa se desarrolló el segundo Ensanche de la ciudad. La Gran Vía la atraviesa para
internarse en el Periodo Entreguerras. La burguesía vizcaína se había enriquecido con el hierro en la
Gran Guerra y eso se palpa en sus residencias, en un Ensanche más solemne y palaciego.
Gran Vía/Edificio Sota
La gran avenida deja atrás la plaza para pararse bajo la magnífica fachada del Edificio Sota: casa-
torre vizcaína y palacio montañés; aleros de madera labrada, pináculos, logias, balcones, ventanas…
Manuel María Smith-Ibarra desplegó todo su saber hacer para una familia de hierro y barcos.
Bordeando este magnífico edificio cogemos la calle Iparragirre.
Calle Iparraguirre/Ercilla
Por Iparraguirre y Ercilla, Bilbao se vive. Allí donde se encuentran las calles, las "Meninas" del
artista Manolo Valdés nos reciben a todos. Tres damas salidas de otra historia parecen esperar,
mientras Bilbao fluye caminando por su arteria peatonal, donde las tiendas se mezclan con la gente.
La Alhóndiga
Apenas una manzana más allá, por la calle Iparraguirre atisbamos la Plaza Bizkaia y las cúpulas de la
Alhóndiga. Espacio en el cual los negocios vinícolas de otros tiempos se han retirado para dejar paso
a la cultura, el deporte, el arte y, como estamos en Bilbao, a la buena cocina. Por la Plaza Arriquibar
entramos en un hall donde no hay luz que no sea del sol, para iluminar unas columnas que hacen de
sí mismas algo más.
Plaza Indautxu
Dejamos la Alhóndiga y volvemos a sumergirnos en las calles de esta ciudad. Por la Alameda Urquijo
se abre la Plaza Indautxu, con la cruz de la modernidad en el Carmen, en contraste con la ruralidad
pintada en la fachada de una casa que la mira desde antes de que estuviera. La calle Gregorio de la
Revilla nos recuerda a un alcalde que trabajó para que Bilbao fuera lo que es hoy y caminando por
ella nos dirigimos a Licenciado Poza.
Calle Licenciado Poza
Pero la villa no es solo piedra y cristal, es sentimiento Athletic. En Licenciado Poza una tarde de
partido no se entiende sin pararse en “Poza”, envueltos en rojo y blanco, vestidos de sentimiento;
recibiendo a los que vienen como si siempre hubieran estado. Seguimos por Poza hacia San Mamés
Barria.
Sagrado Corazón
Por la Alameda del Doctor Areilza nos dirigimos paseando a la Gran Vía donde vemos al fonde el
Sagrado Corazón que marca el fin del Ensanche, el fin de una ciudad y de un mundo pasado. Tras el
pedestal y escondida entre los árboles asoma la Misericordia, vigilando la Ría y el otro Bilbao. Ya se
vislumbra el óxido del acero corten y los árboles del Parque de Doña Casilda, el Parque de los Patos,
detrás de las casas que cierran esta plaza.
Parque de Doña Casilda Iturrizar
El Palacio Euskalduna, sobre sus astilleros, suena a ópera y el Parque de Doña Casilda Iturrizar suena
a glorietas para pasear, a lagos de ríos ocultos, a risas de niños y a patos… Árboles de otras tierras,
entre senderos que no llevan a ninguna parte, invitan a no irse. Un lago sale de la tierra y un palomar
acompaña paseos y charlas. Los árboles nos dibujan entre sus ramas esculturas y cuadros, oímos el
murmullo de las fuentes y ascendemos poco a poco hacía el nuevo Bilbao.
Plaza Euskadi/Torre Iberdrola
Donde termina el parque vuelve Bilbao, con sus casas y su Museo de Bellas Artes. La Plaza Euskadi,
une lo nuevo y lo viejo, lo clásico y lo moderno, las artes y los negocios. La proa de la Torre Iberdrola