Viajes por Europa (III parte). Castillos del Loira (II parte), Valle del Mosela, Selva Negra y Austria.
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Nido del Águila (Kehlsteinhaus)
- Estado: Baviera (Alemania)
- Altitud: 1.834 metros sobre el nivel del mar
- Coordenadas GPS: N 47º 36’ 41’’ – E 13º 02’ 32’’
A veces tenemos la creencia que borrando las huellas del pasado borramos también sus
consecuencias. Pero nada más lejos de la realidad. El Nido del Águila aparentemente sólo es un
bello paisaje, pero la pequeña residencia fue un refugio construido por los nazis para homenajear
a su líder, Adolf Hitler, en su 50 cumpleaños. Tras muchos debates, se decidió no destruirlo, y
habría que preguntarse ¿por qué no? Hay que esperar que la respuesta sea... para no olvidar.
Para desgracia de sus habitantes, Adolf Hitler era un enamorado de la zona. Eso llevó al partido
Nazi a plantearse hacerle un regalo en forma de chalecito de montaña. Anteriormente, sobre la
colina de Obersalzberg, que se eleva a 1.200 metros sobre el nivel del mar, los jerarcas nazis
decidieron construir una serie de refugios y casas veraniegas en las cuales poder pasar parte de
su tiempo libre.
Hitler, conoció Obersalzberg poco después de la I Guerra Mundial. Después de su intento fallido
de tomar el poder en Múnich el 9 de noviembre de 1923 y tras su paso por la prisión de
Landsberg, en 1925, Hitler se queda a vivir en una pequeña cabaña de Obersalzberg, conocida
como Kampfhäusl, en donde escribirá la segunda parte del "Mein Kampf". Posteriormente en 1927
se traslada a la villa de Wachenfeld, que había alquilado a la viuda de un industrial de Hamburgo.
Más tarde, y gracias a los ingresos de la venta de su libro y a las generosas aportaciones de los
miembros del partido, Hitler manda reconstruir lujosamente la casa. Denominándola "Berghof", "La
Casa de montaña".
Desde el Berghof, Adolf Hitler veía un cordón montañoso con extensos bosques y verdes laderas.
Allí, en un escenario naturalmente perfecto, era donde el Führer se sentía dueño del mundo, con
los Alpes bávaros como telón de fondo.
Esta casa, ubicada muy cerca del Nido del Águila, tenía 30 habitaciones y un gran hall de 22,5 por
15 metros. Desde uno de sus ventanales, de más de 8 metros de ancho, Hitler disfrutaba durante
horas mirando los senderos y lagos cercanos. Se sentía tan bien allí, que convirtió a este lugar en
la segunda sede del gobierno germano, además de ser el espacio de inspiración para sus
discursos.
Hitler, ordenó a su secretario, Rudolph Hess, que negociara con los granjeros de la zona para que
le vendiesen los terrenos de la montaña. Fueron adquiridas 994 hectáreas, de las que 278 se
compraron a éstos con un coste de 6,1 millones de marcos y las 716 hectáreas restantes al
gobierno de Baviera por 1,1 millones de marcos, todo esto constituyó lo que se denominó "área
del Führer". Toda esta vasta extensión fue aprovechada por muchos de los líderes nazis para
construirse sus propias casas y así estar cerca de su Führer. Tal es el caso de Hermann Göering
y Albert Speer. Pero el artífice de todas estas construcciones fue el Reichsleiter y secretario del
partido, Martin Bormann, el cual en 1935 empezó la construcción de toda el área. Siendo el
encargado del proyecto el arquitecto Hermann Giesler.