

Viaje por el Sur de Alemania y algún que otro país más
Crónica de unas bonitas vacaciones DE VIAJE POR EL SUR DE ALEMANIA (y algún que otro país más)
SEPTIEMBRE 2006
Antes de nada, decir que no pretendo hacer una guía de viajes, sino
contar nuestras experiencias en un viaje de dos semanas por los lugares más
bonitos de esta parte de la vieja Europa.
Tras mucho esperar, recopilar información (especial agradecimiento a
todos los foreros y a la embajada de Alemania en España), por fin
comenzábamos nuestras vacaciones, Patricia, yo (Kiko) , mi SEAT Córdoba
Vario y la cacharrada necesaria para 15 días de viaje.
DIA 1:
sábado 16 Vilagarcía de Arousa (PO)
Toque de diana a las 8 h. Nos levantamos de un salto (unos más que
otros), ducha, desayuno, cargar el coche, ¿cerré el agua? Si. ¿corté la luz? Si,
pues vamos. ¡Un momento!, falta cerrar el gas. Cerrado y en marcha. Bueno, o
casi.... me explico: meto la llave en el contacto, le doy y...... el coche no
arranca. ¡Sin batería!. Pero ¿cómo es posible? Pues nada, a empujar cuesta
abajo y a buscar el primer taller del pueblo que estuviera abierto. Batería
nueva y por fin en ruta a eso de las 10:30.
13:00 Como es tradición cada vez que pasamos por Verín, parada en el
manantial de Cabreiroá (el agua que sale de la fuente es con gas y sabe a
rayos, pero sienta de perlas)
14:45 Parada en Villanueva de Campos (ZA) para comer. Vamos a buen
ritmo pues apenas hay tráfico. Paseíto y al coche tras limpiar los restos de un
desdichado pajarillo que se interpuso en nuestro camino unos kilómetros atrás.
18:00 Peaje en Armiñón (NA) (empezamos a soltar pasta en peajes) y,
advertido por un amigo vasco voy exactamente a la velocidad permitida pues
nos avisó que los radares de la policía autonómica vasca casi no tienen
tolerancia, así que con cuidado...
19:20 Repostaje.
19:45 Peaje Irún.
19:45 FRANCIA y.... ¿peaje?, pero si no llevo ni 500 mts. de este país...
Continuamos ruta por cerca de Bayona hacia Burdeos. Por aquí es autovía y
hay que ir muy al loro con los controles de radar pero, eso sí, avisan cuando lo
hay y todo el mundo frena.
Sobre las 10 llegamos a las afueras de Burdeos, y tras un pequeño lío
con el “g p ese” (o sea, Patricia y sus mapas) encontramos un B&B de esos que
se paga con la tarjeta antes de entrar, te dan el número de la habitación y un
código para abrir la puerta y a la cama tras una frugal cena a base de
panecillos sabor pizza y zumo.