

Camino de Friburg, hacemos una parada en Donauquelle, Lugar donde
nace el río Danubio, cómo así lo corrobora una placa colocada en la fuente. Es
escalofriante pensar que ese regato desemboca, después de más de 2000 km.,
en el Mar Negro...
20:00 Camping en Friburg, encontrado sin mayores complicaciones. Tras
montar el campamento, cena y a la cama, pues el día fue bastante duro.
DIA 8: Sábado 23
8:30 Nos despertamos y desayunamos observando las evoluciones de un
equipo de fútbol que entrenaba en un campo al lado del camping, muy
profesionales ellos, todos con el mismo uniforme y con mucha seriedad.
10:00 Campamento desmontado y aparcamos en el centro. Friburg es
una ciudad bastante grande, con la zona vieja toda peatonal (ojo a los
tranvías) con la particularidad de que por todas sus calles corren lo que en
Galicia se llaman “regos”, pequeños canales con agua que, según parece, eran
utilizados antiguamente para atajar los incendios. Entre mirar al suelo para no
caer en los canalillos y a los lados por si vine un tranvía, llegamos a la plaza de
la Catedral en la que hay un animado mercado. Queremos entrar en la iglesia,
pero un cartel avisa que están en misa, que si “please do not etc....”,
circunstancia que aprovechamos para subir a la torre (como no) en la que, tras
trepar por unos 300 escalones, te cobran al llegar arriba. Las vistas sobre la
ciudad son impresionantes. Una vez abajo, todavía sigue el cartelito, pero
asomo la cabeza y nada de nada, así que, para adentro. Como están de
restauraciones, tiene poco que ver (creo que tiene un retablo maravilloso), y
una vez fuera, nos aprovisionamos de ricas viandas en el mercadillo.
13:30 Carretera rumbo sur hacia Suiza, ya que queremos ir a las
Rheinfall (cataratas del Rhin).
Pasamos la frontera sin ninguna complicación y, un poco acojonados, no
nos vallamos a meter en ninguna autopista, ya que no tenemos “vignette”,
vamos siguiendo las indicaciones hacia las cataratas, que hay prácticamente
desde la misma frontera.
Al llegar , se nos queda una cara de bobos que pa que...Son realmente
espectaculares, no muy altas (+/- 30 mts.), pero ver caer semejante cantidad
de agua toda de golpe es sobrecogedor.
Compramos un billete múltiple para tres barcos con diferentes
recorridos: uno a la orilla izquierda, que te deja en un mirador justo a los pies
de la catarata. Otro, a una gigantesca piedra justo en el medio del río y, el
último, navegando hasta que casi se mete dentro de la catarata.
17:30 Al coche y carretera, siguiendo el curso del río hacia el Bodensee,
un inmenso lago, frontera entre Alemania, Austria y Suiza.
Entramos de nuevo en Alemania por la frontera de Kreuzlang-Konstanz y,
dando una vueltecita en coche por el pueblo, volvemos a entrar en Suiza por
otra frontera una calle más abajo, regresando a Alemania por la primera, ante
la sonrisilla burlona del guardia suizo (no el del Papa, sino de la policía de ese
país), que no hacía ni 5 min. que nos había visto pasar.
Tras la divertida anécdota, montamos en un ferry hasta la otra orilla del
lago, hacia Meersburg. 30 min. de relajada travesía para, al llegar a tierra,
parar en un camping de los muchos de la zona, en el que había una “pequeña”