viejo. Es la mayor catedral de los Países Bálticos. Es una amalgama de estilos.
Nos dirigimos después hacia el río, llegando al Puente Akmens, para disfrutar
de una típica estampa del casco viejo, Patrimonio de la Humanidad.
Volvemos después hacia el sur del casco viejo y tomamos el ascensor que nos
lleva hasta la célebre aguja de 123 m de la Iglesia gótica de San Pedro (1660)
en Skarnu iela. Las vistas son espectaculares (cierra los lunes). En esta calle
encontramos bonitas fachadas de edificios restaurados. Desde ahí, nos
dirigimos hacia el noreste durante unos 600 m., pasando la estación de
ferrocarril, al Monumento de la Libertad, emplazado entre amplios bulevares
del S.XIX y parques; aprovechamos, pues, para deambular por los parques de
la ciudad. Se puede tomar el ascensor que lleva a la planta 26 del Reval Hotel
Latvija, para disfrutar de otra sobrecogedora vista de la ciudad. Desde allí se
observa cómo el antiguo foso defensivo de la ciudad, ahora convertido en
canal, serpentea a través de los parques. Posteriormente, nos dirigimos hacia
el noroeste para apreciar la suntuosa arquitectura Jugendstil, Art Nouveau
alemán, distinción arquitectónica de Riga, reconocida por la UNESCO como
la mejor de Europa. Modelada a finales del XIX y principios del XX, ha
sobrevivido en Riga más que en muchas ciudades alemanas, que quedaron
dañadas durante la 2ª Guerra Mundial. Los rasgos arquitectónicos del
Jugendstil enfatizan la ornamentación: monstruos, flores, máscaras y figuras
grotescas asoman desde los pisos más altos de los edificios. Las tejas de
diferentes colores se usan para resaltar los diseños. A menudo, los vacíos
interiores de los edificios ofrecen un contraste casi cómico con respecto al
estilo elaborado de la fachada.
Un lugar que simboliza el estilo de ornamentación Jugendstil es la zona
de calles residenciales, de oficinas y de comercios, al este de Elizabetes iela,
donde sobreviven unos cuantos edificios bajos de madera del siglo XIX. Uno
de los mejores ejemplos es la renovada casa azul y blanca en el nº 10 B de esta
misma calle, al norte del Museo estatal de Arte.
En la esquina de Alberta iela –famosa por la confluencia de escuelas
arquitectónicas- los edificios, diseñados casi todos por Einsenstein, son
incluso más fantásticos. Prestamos atención a los nº 2, 4, 6 y 8 para observar
sus grandiosas fachadas Art Nouveau; vemos después el que es considerado
por muchos el ejemplo más sobresaliente de la arquitectura Art Nouveau de la
ciudad: la Escuela de Economía de Estocolmo en Strelnieku iela 4 A, donde
apreciamos su fabulosa fachada de 1905, maravillosamente restaurada.