

Londres y el sur de Inglaterra
Página 185
Sede inquisitorial, en el S.XVI se establece la Universidad de Santo Tomás, que perdurará hasta el
S.XIX. El monasterio ha sufrido multitud de agresiones a lo largo de la historia: saqueado durante la
invasión francesa, abandonado tras la desamortización de Mendizábal y afectado por incendios en
1699 y 1936.
Cuenta el complejo con tres claustros:
Del Noviciado. De estilo toscano y 20 arcadas, está marcado por su sobriedad, con ausencia absoluta
de ornamentación.
Del Silencio o de los Difuntos. Lugar donde se enterraban los frailes, con 18 arcos en su planta
inferior y 38 arcos poli lobulados en la superior, con decoración abundante en los tramos
intermedios.
De los Reyes. Distribuyendo las estancias del palacio real, dispone de 40 arcos en la planta inferior y
56 en la superior, decorados con el prototípico perlado abulense.
La fachada de la iglesia se organiza a partir de un arco escarzano y dos contrafuertes que la recorren
Verticalmente. La esbeltez se ve rota por la existencia de un enorme rosetón y el no menos
imponente escudo de los Reyes Católicos. El ritmo decorativo lo completan 10 esculturas de Gil de
Siloé.
Del interior impresiona la esbeltez de la nave principal y la ramificación de los nervios que conforman
la bóveda del crucero, delimitando el área dedicada al sepulcro del Infante Don Juan.
El palacio alberga un Museo de Arte oriental y otro de Ciencias Naturales.
En 1931 es declarado Monumento Nacional.
258
I g l es i a de san PEDRO
Donde los monarcas juraban respetar los fueros de castilla
Presidiendo la plaza del Mercado Grande, se proyecta a semejanza de la basílica de San Vicente. En
su atrio los monarcas juraron respetar los fueros de Castilla, lo que denota la importancia de esta
iglesia en el período de mayor relevancia política de la ciudad.
Tiene planta de cruz latina, con nave central de mayores dimensiones que las laterales. Iniciada en el
segundo cuarto del S.XII y concluida ya en el S.XIII, tras un periodo en el que las obras estuvieron
paralizadas, en la arquitectura y en la decoración se observa una interesante evolución, fruto de esta
dilatada construcción.
En la triple cabecera, con ábside por cada una de las naves, aglutina un magnífico repertorio
escultórico con motivos vegetales, faunísticos, geométricos y escenas bíblicas. En el S.XIII se
cubrirían las techumbres con bóvedas de cañón y crucería. El transcurrir del tiempo conllevó que los
arcos comenzasen a apuntarse como prolegómeno de las corrientes góticas. Por último se levantó la
torre sobre el punto en el que se cruza la nave principal y el crucero.
La fachada principal se articula en dos cuerpos: el
superior, dominado por un gran rosetón, y el inferior, que
alberga una portada en la que el vano de entrada es
magnificado por seis arquivoltas sin decoración. Similar,
pero de menores dimensiones, es la portada meridional.
El acceso norte es el más elaborado, moldurado con
cinco arquivoltas, dos ornamentadas con las típicas
rosetas de Ávila.